miércoles, 9 de marzo de 2011

SIENTE MI INCONSCIENCIA

Hay momentos de la vida donde no importa si el día se acaba a las tres de la tarde o a las tres de la mañana. Donde nada vale la pena.

El agua fría y el agua caliente se sienten tibia, esa temperatura tan aburrida que no permite cogerle el gusto a nada.

Hay momentos donde quiero querer y no me dejan, y mementos en que dejo de querer sin necesidad.

Hay tiempos en los que siento más a la gente que me rodea, y veces que me dan calor, al punto de querer salir corriendo e internarme en el Auyantepui o en los bosques de Palermo. Lejos muy lejos, donde no se me noten las costuras, ni las ataduras que tengo con ese pedazo de vida que me ha hecho tanto daño.

Hay veces en que quiero con él, y otras en que quiero que él quiera sólo por el placer de decirle que no, para después arrepentirme a morir y gritar con toda la garganta lo idiota que soy al dejar ir el amor para hacer, de una forma tan morbosa y repugnante.

Hay sí y hay no, a veces enunciados en la misma oración.

Hay veces varias y pocas veces. Hay tiempo, hay espacios de tiempo, hay recuerdos, y pensamientos.

Hay películas inadecuadas escribiéndose en mi mente y pasando por mi cabeza, sin que el protagonista esté al tanto de su papel protagónico.

Hay cosas que quedan en mi conciencia, que no quiero borrar y que no quiero borrar de ti, sobretodo.