lunes, 21 de diciembre de 2009

SIEMPRE CAGANDOLA

Este mundo es tan tan pequeño que aunque pasen muchos años es casi imposible ocultar. Algún día por ahí, sin querer o queriendo, sale la verdad.

Me arrecha, sí, me arrecha, que aunque maduras, claras y vividas, a las personas se les olvide el hecho que todos somos iguales y tenemos dotes para descubrir hasta los secretos mejores guardados.

No tenemos por qué creer que las cosas pasan y se olvidan. No, no se olvidan.

No te perdono.

Que hayas omitido información, porque eso es mentir.

Que quieras ser vivaracho y divertido, porque esas sólo se las permito a mis amigos.

Que intentes ocultar información importante, por el simple hecho que es importante.

Que intentes agradar, cuando con acciones desagradas.

Por eso y varias cosas que ahora me da mucha flojera mencionar, OLVIDALO Y OLVIDAME.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA VUELTA AL TIGRE


1:30 PM. Esperaba mi vuelo de regreso en el aeropuerto internacional de República Dominicana, mientras Caracas aguardaba por mi para completar el trabajo que había comenzado en la mencionada isla.

Llegue a la hora indicada, chequeo, aduana, todo perfecto.

Una vez en la sala de espera, las sillas se llenaban poco a poco, el vuelo estaba retrasado. La gente empezó a preguntar, a pararse, tomar agua, a preguntar nuevamente, a comentar. Después de un tiempo prolongado, el ambiente se puso peor.

Nadie daba información, por ende cualquier señorcito vestido con el uniforme de la aerolínea era target perfecto para abordar con inquietud. Él, después de pensar la razón más creíble agrega, “estamos cambiando un caucho”.

“Estamos cambiando un caucho”, ¡un caucho!, ese señor definitivamente no sabía que ese vuelo iba a Venezuela y que los venezolanos tenemos un sexto sentido que nos permite descubrir cuando algún pana no tiene la menor idea de lo que está diciendo. Obviamente no le creí, ninguno de nosotros le creyó.

En eso pasaron cuatro horas de espera, sentía que le cambiaban los cauchos a todos los aviones del aeropuerto. Por supuesto, se armó el alboroto. Señoras, viejitos, hombres, mujeres y niños frente a la puerta queriendo comerse vivos a todos los trabajadores de la línea aérea. Yo fui más allá, necesitaba alguna explicación, pero me amargó la segunda respuesta tanto como la primera, “están cambiando una pieza ahí”. Con esto sí quería acabar con el mundo.

Salí de la sala de espera. Milagrosamente los señores de la aduana me dejaron salir y volver a entrar cuantas veces se me ocurrió, nadie me revisa, nadie me detiene, y decido entrar en la parte interna del aeropuerto donde un cartel decía, Área Restringida. Busqué a alguien que me dijese cuándo DIABLOS me iba, toqué una puerta, nada pasaba, nadie aparecía. La molestia iba en aumento. Sin respuesta regresé al sitio inicial, pero para mi sorpresa no había nadie.

El avión había salido y sin mí. Es decir, me dejó. Sola, ahí, sin chance de poder arreglarlo, sin plan B, sin nada otra vez. Tanto nadar para morir en la orilla.

Lo que siguió fue un ataque de risa post trauma durante quince minutos sin interrupción, no lo podía creer. Después de estar trabada del shock, me relajé y disfrute de la experiencia.

Así, por horror y error, pude darme una vueltita por la República Dominicana.

martes, 15 de diciembre de 2009

QUE BARBARA

Por ser constante y valiente.

por ser autentica ante todo.

Por haber trabajado duro.

Por haber surfeado muchas olas, algunas muy altas y peligrosas.

Por tropezar, levantarte y reírte del momento.

A ti que le pones ganas a la vida y a lo que haces.

Mucha mucha mierda este día!!


miércoles, 9 de diciembre de 2009

NO SOMOS NADA

Hasta cuándo la cantaleta, parece el ABC de cada hombre indudablemente “caga’o” por perder una libertad impalpable, irreal y estúpida.

Tomando en cuenta la cantidad de horas juntos, las cenas, películas, fiestas, rumbas y jolgorios (horas de vuelo le llamo yo) ambos somos culpables de la invasión al territorio. Pero siempre es bueno para él decir, no somos nada.

Playa, revolcones en la playa, carpa, viaje por carretera, música en común, “te dedico esta pieza”, pero pilas baby, no somos nada.

Es necesario decirlo, por qué?

Necesitas que yo lo sepa o realmente te lo repites a ti mismo para darte palazos y recordar que pasarla bien con alguien y disfrutar tiempo juntos significa dejar de ser el chico cotizado o la última Pepsicola. Sorry negro, tú no eres ese man. Pero bueno, esta bien, dilo si quieres. No somos nada.

Horas en llamadas telefónicas, cuentos familiares, favores tan ladillas como comprar un regalo para tu mamá. No importa, no es necesario que lo digas, ya lo sé. No somos nada.

Te muestras de manera sensible y simple, ya caminas descalzo por la casa, te amo después de un vino, un tal, dormir, despertar y caer en la realidad. Tú realidad. Tranqui gorda, tu sabes, fueron los tragos. No hay duda, no somos nada.

Necesitas libertad, panas, birras, juego e’ pelota y pizza. No Te llamo, necesito mi espacio, tus amigos te preguntan. Pero tú, con cara que te las sabes todas más una dices: no vale, ella por su lado y yo por el mío. Total, no somos nada.

Que bestia… bestia tú y bestia yo.

A quién engañamos o contra qué vamos.

No somos nada es arremeter contra algo chévere, divertido, real, a veces irreal de lo perfecto. Contra ellos, el entorno, los que nos ven y vacilan con lo felices que somos.

No somos nada ultraja y destruye.

No, mala palabra, negación.

No somos nada va en contra del crecimiento, de la creación, de los detalles, del buen sexo, de momentos fantásticos y horas importantes, importantísimas.

Nunca, nunca digas nada, porque atentas contra ti. Nunca digas nunca, nunca digas no. Nunca somos nada.

PORQUE ERES

(ESCRITO YA HACE ALGÚN TIEMPO)

Me gustaría que me escucharas, me encantaría ser tu amiga.

El mundo es algo difícil y complejo.

Quiero orientarte, quiero guiarte, quiero que me escuches, quiero que escuches.

El mundo es para equivocarse, pero mientas más te equivoques menos mundo te queda, y cada día que pasa pierdes la oportunidad de ganar más vida.

Déjame que te diga, deja que te enseñe, déjame que te bendiga, déjame, deja.

La verdad es que nadie tiene la verdad, pero sé, porque lo vivo a diario, que cada quién puede crear su verdad. Una verdad que agrade, que te agrade y no que Agreda.

He vivido y no pretendo enseñarte a vivir. He recorrido algo más que tú, mírame bien, refléjate en mí, no soy de otro planeta, soy real.

Si necesitas decir dime, si quieres soñar cuéntame. No quieras ser Dios.

Somos muletas, somos tándem, complemento.

Es tu futuro, el futuro es importante porque es tuyo, es para ti. No juegues con él, no lo malgastes. Lo tienes en tus manos, trátalo con cuidado, con manos de seda, es frágil y delicado. No lo malgastes, no lo dañes. Es tuyo.

jueves, 3 de diciembre de 2009

A MI ME GUSTA

Me gusta el olor a cigarro en la mañana
Me gusta el sabor del té
Me gusta andar en pijama
Me gusta gustar

Me gustan las artes
La música
Me gustan las ciudades grandes
y los grupos pequeños
Me gusta el jazz
Y a ti?

Me gusta escribir
y leer, y ver
Ver el amanecer
y el mar
y las noches plagadas de estrellas
y el ávila en las tardes despejadas
Me gustan los viajes
en cuerpo y mente
Me gusta negociar
y aveces quemar las naves

Me gustan tantas cosas…
Los gatos
Las novelas
Internet
Las arepas
Bellas artes
El color verde
La hora gris
El sol
Los abrazos
La cerveza
El vino
y los hombres.


Me gusta enamorarme
Aunque creo que vivo más los despechos
Me gusta el sonido de la soledad
La mirada de los niños

Me gustan las buenas historias
como la mia o la tuya
o la de cualquier demente al que le guste contarla