jueves, 28 de agosto de 2008

ES BUENO SUMAR MANZANAS CON PERAS

Definitivamente estoy convencida. A estas alturas y en este siglo es posible que las sociedades involuciones. En perfecto castellano, vamos “pa’ tras” como el cangrejo.
La política venezolana se ha vuelto un completo desastre, permitiendo el uso de todos los términos utilizados en estos tiempos para definir la lucha entre unos y otros por tener el poder del poder. Antipolítica, parapolítica, politiquería, y todo lo políticamente incorrectos para una sociedad que reclama ser atendida como se debe.
A nosotros, y hablo como protagonista del cuento, no nos interesan las encuestas, ni la unidad, ni la política, aunque confieso que ahora Venezuela ve con otros ojos ese fenómeno. nos interesa el bienestar, la garantía de poder, vivir el día a día. No pedimos mucho más.
Nadie, ni siquiera ustedes señores políticos, partidista y lideres revolucionarios, tiene el derecho a quitarnos las ganas de estar dignamente representado por un ciudadano que nos proporcione mejor calidad de vida, mejores servicios. Ustedes, todos, que ni siquiera pueden entenderse, a pesar de que hablan el mismo idioma, no son las personas mas recomendables para que nos ayuden a vivir con un poco más de tolerancia y humildad.
Si la unidad depende de ustedes, entonces no quiero unidad, porque si de mi dependiera, hiciera todo lo posible porque el “cuento” se viera, y fuera,lo más transparente posible.
Los que vivimos la realidad de este país, y hacemos las colas entre chavistas y opositores, montamos en autobús entre chavistas y opositores, pagamos en el mercado entre chavistas y opositores, vivimos día a día la unidad. Unidad entre venezolanos que se apoyan unos a otros, no importa si ese otro es opositor o chavista, solo para hacer la vida más llevadera. Aveces, es bueno sumar manzanas con peras. 
Por el bien de nosotros y de este país, permitan que el pueblo sea el protagonista de su propia historia. Permítannos contemplar las realidades y respeten nuestras decisiones. Déjennos escoger lo que mejor nos convenga y no traten de comprar nuestras conciencias sólo porque nos creen más débiles. Nosotros, el pueblo, somos mayoría, y todos somos pueblo.
Respeten al pueblo y no le falten el respeto al gremio. No quieran imponerle a una Venezuela inteligente propuestas torpes, porque entonces tendrán respuestas torpes. Ojala decidir quedarse en casa ese domingo no sea la forma de cerrar esta historia.